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miércoles, 22 de julio de 2015

Las Top 6 Razones Para Ser Familia Anfitriona

La experiencia del intercambio es algo muy especial que tiene la capacidad de transformar vidas, tanto para el estudiante como para todos los demás que llegan a estar en contacto con esa persona.. Y el beneficio y enriquecimiento de la familia anfitriona no es menor.

En nuestra entrada “Las Top 6 Razones Para Ser Estudiante de Intercambio (que podés leer acá) te contamos sobre lo genial que es irse de intercambio, pero no contamos lo fantástico de la otra parte de la experiencia que es ser familia anfitriona. Ya vamos a corregir este error y contarte el otro lado de la historia ;)

En base a esto nos preguntamos: ¿Por qué ser familia anfitriona?

Hay tantas razones para hospedar a un estudiante como las hay familias anfitrionas y estudiantes que participan en nuestros programas cada año. Igual nosotros hemos tratado de recoger las mejores razones, ¡acá en nuestras top seis razones de ser familia anfitriona!

1. Conocer la cultura del estudiante como también profundizar en el conocimiento de la propia
Ser familia anfitriona es una manera fenomenal para aprender del mundo y ¡sin salir de casa! El estudiante de intercambio que viene a vivir en tu casa viene siendo un representante de su cultura, lo quiera o no. Esto implica que trae sus ideas, sus valores y su perspectiva del mundo y presenta una maravillosa oportunidad de aprendizaje mutuo.

De primera mano obtendrás la percepción de cómo ellos viven en el otro lado del mundo con todas sus costumbres y peculiaridades extrañas que tienen (pero todo es un asunto de perspectiva, ¿no? ;) ). Una vez te preguntaste por qué los alemanes son organizados o por qué los estadounidenses son tan positivos? Al conocer un joven de esos países es posible que te des cuenta de que la verdad es un poco más complicado y compleja que eso, o que tal vez haya algo de cierto ahí también? Y quién sabe, ¿con suerte capaz podés sacarte algunas de las frases claves del idioma del estudiante?

El estudiante viene  para acá con las ganas y la voluntad de adaptarse e integrarse en la cultura y la familia y ustedes como familia tiene la oportunidad de mostrarle lo que esto en realidad significa para justo su familia. Pueden compartir su vida cotidiana, sus hábitos y sus costumbres con una persona que es un extranjero completo a esas cosas. Al abrir la puerta de casa y sus corazones, también les abren los ojos del estudiante para ver su país como en realidad es, con la gente real, las experiencias reales, la vida real.

Lo que para ustedes puede parecer normal y ordinario, puede ser una cosa maravillosa y emocionante para el estudiante. No hay una mejor manera de apreciar lo lindo que se tiene en la vida que compartirlo con alguien que con gran curiosidad lo ve y lo experimenta por primera vez.

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2. Conocer a una nueva persona y crear una relación que pueda perdurar para toda la vida
Ser familia anfitriona es, más que nada, una oportunidad fantástica de conocer en profundidad a una nueva persona. Porque en realidad como familia no solo invitan a un extranjero a vivir bajo el mismo techo, ¡sino que agrandan la familia con un miembro más!

El estudiante no va a vivir su intercambio como un huésped. Es mucho más que eso. El estudiante va a compartir la vida la familiar con todo lo que ello implica: compartir cenas en familia, festejos como navidad o año nuevo, sentarse a mirar tele juntos, visitas a otros familiares, tareas domésticas, pasando también por las típicas peleas entre hermanos o la lucha de quien se baña antes cuando se está por salir. Lo bueno y lo malo; lo cotidiano y lo fuera de lo común.

Esta convivencia va a crear algo único porque de esta manera uno llega a conocer al otro de una forma incomparable. Al no solamente encontrarse con la persona de vez en cuando, sino compartir la vida en familia 24 horas al día, ustedes irán creando un sentimiento de pertenencia con el resultado de que la familia crezca en número y en corazón.

Y lo más lindo de todo, es que este vínculo que se creará no necesariamente se tendrá durante lo que dure el intercambio, ¡sino que podrá perdurar por toda la vida!


3. La oportunidad de dar esta experiencia fenomenal a un estudiante
Ahora, en algún lado del mundo, hay una persona joven con muchas ganas que está esperando que le llegue el mensaje que le va a cambiar la vida:

“Vos tenés una familia anfitriona!”

Este mensaje cambiará su vida porque a partir de ese momento, nada va a ser lo mismo. Lleno de expectativas y esperanzas pero también de miedos e incertidumbres, este joven va a cruzar el mundo, dejando su familia y todos sus amigos para ir hacia un país desconocido. Pero el conocimiento de que alguien - también con expectativas, miedos, esperanzas e incertidumbres - lo va a estar esperar, cambia todo.
Esta familia que al principio solo es un poco de información y algunas fotos en un papel, pronto va a convertirse en algunas de las personas más importantes en su vida y con las que tiene un lugar que puede llamar “casa”.

Como familia anfitriona, hacen que esto puede ser realidad. La vida del joven va a cambiar para lo mejor y esto no tiene precio y la de ustedes sin duda que también.

En YFU, no pagamos a nuestras familias anfitrionas porque la experiencia no tiene precio y lo que se siente y genera sobrepasa cualquier idea monetaria que podamos imaginar. 

Cuando decimos que las familias anfitrionas son “fundamentales” para el intercambio, no exageramos. Sin ellas, el intercambio no sería posible, y esta persona joven que está esperando en el otro lado del mundo nunca tendría esta oportunidad de cambiar vidas.

4. Seguir aprendiendo como familia del respeto y entendimiento mutuo
Cuando una familia le abre sus puertas a un estudiante de intercambio, el desarrollo personal dentro de cada integrante de la misma es inevitable. “¿Por qué?” te preguntas?

Porque al compartir la comida y la vida cotidiana de uno con alguien que solía ser completamente desconocido se va reafirmando una de las típicas cualidades uruguayas: la hospitalidad. Ser familia anfitriona puede parecer un compromiso difícil de tomar, pero te da la oportunidad de seguir aprendiendo como familia del respeto, generosidad y entendimiento mutuo que de otra forma sería difícil de encontrar.

Y no solo eso.

Porque también al estar en contacto con una manera de actuar y de pensar tan distinta a la propia, uno aprende a apreciar nuevas perspectivas de vidas en las que nunca habías pensado. La familiarización con otra cultura y formas de comportamiento te abren la cabeza y expanden tu mundo de maneras inesperadas. Ofrece a toda la familia un curso en cómo adaptarse a interacciones interculturales y demuestra que tan distintos, pero a la vez,  tan similares somos en este globo en el que todos habitamos.

Y otra vez queremos enfatizar: esto aplica tanto al más pequeño como al más arrugado de la familia. Es decir, todos crecen juntos de la experiencia enriquecedora que es ser familia anfitriona.
 
5. ¡Es divertido!
Más allá de ser muy enriquecedor y educativo, ¡ser familia anfitriona es muy divertido!

Familias anfitrionas y estudiantes se divierten juntos. Mucho. Sin importar si es reírse en buen espíritu de la malpronuncación de una palabra o compartir la emoción del estudiante de alegrías recién descubiertas, las familias anfitrionas pasan muy bien como tales.

El humor es algo que trasciende culturas y generaciones. Y fuera de ser algo muy beneficioso en la vida, es una herramienta muy importante para la integración del estudiante en la familia. Aunque les falten las palabras exactas o contexto cultural para los chistes más avanzados, todavía hay tanto en común que solamente el humor puede expresar. En el encuentro de dos culturas distintas, el humor es un puente que une las diferencias y muestra las similitudes. Una mente abierta que puede ver lo bueno y también lo gracioso de casi cada situación es algo fundamental tanto en la vida como en el intercambio, y al ser familia anfitriona eso les será más claro que nunca!  


6. Cambiar el mundo – una vida a la vez
Nuestra organización YFU,Youth for Understanding, se fundó después de la Segunda Guerra Mundial basada en una idea sencilla: Si la gente de dos países comprende que todos formamos parte de un mundo muy diverso y que el ser diferentes no nos hace mejores ni peores, se fomenta un mayor entendimiento mutuo entre estos países que al fin eso termina en un mundo más seguro y más feliz. 

Al ser familia anfitriona, no solo van a tener una experiencia para la vida sino que también ustedes estarán fomentando esta idea. Si bien quizá ya no les parezca tan obvio, como familia anfitriona ustedes son en realidad embajadores de la paz. Cuando abren sus puertas para este estudiante no solamente cambian su vida; también lo hacen para todos los que estarán en contacto con él. Poco a poco, una vida a la vez, estos encuentros crearán vínculos, amistades y entendimientos que cruzarán fronteras.

Esta idea tiene el poder de cambiar el mundo y como familia anfitriona están activamente apoyando su realización. 
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¡Ahí las tenés! ¡Nuestras top 6 razones para ser familia anfitriona! Estás de acuerdo con nuestra lista? Tenés más razones que no escribimos? Compartí tu opinion en los comentarios! :)


Si querés saber más sobre nuestros programas de intercambio y/o postularte como familia anfitriona, ponéte en contacto con nosotros a info@yfu.org.uy o llamanos a 2916 2601 y nos encantaría contarte más :)




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